En muchos lugares no podían tocar, prácticamente les pedían curriculum para poder hacerlo. “Yo apunté a darle lugar a las bandas que no tenían cabida acá en Santa rosa. Pero en Santa Rosa decidí que sean eventos de bandas del palo, que me reconocieran por eso además notaba que acá faltaba un bar como este.” Al tiempo de estar viviendo acá comencé a producir shows, y no solo rockeros, laburé mucho con grupos folclóricos que llevaba a otras localidades, como Victorica, Acha, Lonquimay. Por suerte al poco tiempo empecé a trabajar en una empresa de eventos y eso me sirvió muchísimo. “En mi provincia pude tener mi primer bar a los 19 años, pero no funcionó, yo era muy chico y no estaba preparado, y esa espina me quedó y esperé para sacarmela. Ya en Santa Rosa, pudo volcar la poca experiencia que portaba como agitador cultural. La idea de gesta de Jake rondaba en su cabeza desde el momento en que llegó a La Pampa, a principios de los 2000, proveniente de San Luis. Seguramente algunos músicos legitimados de la escena rockera nunca vayan a tocar en Jake, y esta bien, es su decisión, porque este lugar es sobre todo para los músicos a los que muchos les daban la espalda”. Más allá de los obstáculos que sorteó como emprendedor de la noche, Fabricio mira hacia atrás y siente que cumplió con el objetivo. ![]() Jake fue la “vaca lechera” de los que se fueron el 10 de diciembre”. Dejé muchas obras paradas acá en el bar porque la plata se la llevaban ellos con las multas que me cobraban, hasta tuve que vender mi auto para poder pagarlas. Me clausuraban con mentiras, con muchas mentiras. “Lo que viví con la intendencia anterior fue directamente una persecución. Ojeda señala que desde hace mucho tiempo el bar es apuntado como un lugar de reviente y estigmatizado por las autoridades municipales, si bien la realidad hoy es otra, todavía quedan algunos vestigios de esa “mala fama”, aunque asegura que el presente es muy distinto al hostigamiento que padeció durante los cuatro años de la gestión de Altolaguirre. No me preguntes por qué, pero somos el único bar que no pudo acceder a un crédito, y así es muy difícil”. “En estos meses de pandemia las cosas se están complicando para poder mantener de pie a Jake. ![]() No hay otro”, dice el “Pela”, con algo de orgullo y, a su vez, preocupación. ![]() “El antro”, “el bar del under”, son algunas de las denominaciones del hoy único reducto 100% rock de la ciudad. Me salió mucha plata revertir esa situación de desborde en la que estaba el bar, pero valió la pena“. “He llegado a llorar en mi casa por el clima que se generaba acá adentro, ahora ya pasó. Y lo pude hacer sin poner mano dura”, relata ya distendido luego de varios minutos de charla con Revista BIFE el dueño de Jake al Rey, Fabricio Ojeda, más conocido como el “Pela”, cuando se le pregunta por los momentos más agitados que vivió estando al frente del local ubicado en la calle Alsina desde hace 7 años. Llegó un momento que no lo podía manejar. ![]() “Yo te puedo asegurar que esto en un momento estuvo “jevi”, venían y creían que el bar era tierra de nadie.
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